En la lectura "Recordando un poco los formatos de catalogación", se hace mención de dos formatos de catalogación:
a) El 'antiguo' realizado en tarjetas catalográficas y,
b) el Formato MARC que nos refiere a los 'actuales' sistemas de catalogación automatizados.
La gran tentación de los ‘modernos catalogadores’ estriba en considerar obsoleto al primero y la única e insustituible ‘panacea’ al segundo.Es verdad que los actuales catálogos electrónicos han simplificado y mejorado en demasía los procesos de catalogación y de ubicación e identificación de las colecciones de los centros de información, además de propinar el intercambio de información catalográfica entre bibliotecas mediante el Formato MARC, pero éstos no se pueden entender sin los fundamentos desarrollados en la 'tradicional' y 'añeja' tarjeta catalográfica. Esta afirmación no es un concepto meramente romántico o de simple añoranza del pasado, se trata de una fundamentación técnica y científica de la catalogación.
Efectivamente, el catalogador debe dominar a la perfección las reglas de catalogación con el fin de aportar al usuario de la información los datos fehacientes de las fuentes consultadas. Un llenado mecánico de la serie de etiquetas MARC puede orillarnos a la desconcentración sin reparar en que el usuario tiene derecho a acceder a la información vertida en el catálogo de una manera efectiva y sin errores.
Finalmente, la coexistencia del catálogo fichero y del catalogo electrónico tiene utilidades prácticas:
- No siempre estaremos seguros que en las bibliotecas donde se nos contrate se nos equipará con programas automatizados de catalogación como SIABUC o ALEPH, así que, como excelentes profesionales, debemos responder a la necesidad de elaborar tarjetas catalográficas de cartulina y con una máquina de escribir mecánica.
- Ante la posibilidad de que el sistema automatizado falle, el fichero da tarjetas es la opción viable para tener siempre un catálogo a la disposición plena de nuestros usuarios.
- El catálogo de tarjetas siempre será el medio para que el usuario ejercite su mente para ubicar investigación dentro de un tema general y lo interrelacione con otros tópicos.
- Aduciendo como argumento que en nuestra modernas bibliotecas se cuenta con un sistema automatizado de catalogación, existen otras actividades como la elaboración de boletines de adquisición donde se nos puede pedir que acompañemos la presentación y reseña de las obras presentadas junto con la ficha catalográfica correspondiente.
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